martes, 31 de julio de 2012

Caídas

La incidencia de caídas en la población anciana es mucho mayor que en el resto de la población.

Una caída puede cambiar la vida de las personas mayores, pues puede conducir a discapacidades y pérdida de la independencia.

Los huesos frágiles por la osteoporosis, pueden causar fracturas frecuentes en la cadera, pero envejecer no es lo único que hace que las personas se caigan.

Las enfermedades crónicas como el Parkinson, demencias, enfermedad cerebrovascular, alteraciones visuales, la pérdida del equilibrio relacionada con la edad, infecciones del oído, el consumo de algunos fármacos, alteraciones osteo-musculares asociados directa o indirectamente con la edad, así como problemas de los pies  pueden ser una causa más de trastorno del equilibrio y de la marcha, y con ello acarrear caídas.

Además suele ser frecuente en la población anciana un mal cumplimiento en la frecuencia y dosis de los medicamentos a tomar, la confusión entre distintos fármacos o la automedicación. Todo esto junto con la presencia de varias patologías, aumenta el riesgo de caídas entre los ancianos, por lo que los médicos deberán ser cautelosos al recetar las diferentes combinaciones de fármacos.

Un 77 % de caídas son derivados del entorno (existencia de alfombras, excesos de espejos, pijamas de pantalón largo, pisos muy pulidos, animales, escaleras, sillas y mesas bajas, etcétera)

Es importante mantener una iluminación adecuada en el área donde se mueve el anciano, evitar colocación de objetos de baja altura con los que pueda tropezar, evitar el uso de alfombras,  procurar que los animales domésticos no circulen alrededor del anciano, colocar barandas a ambos lados de las escaleras, cambiar la bañera por un plato de ducha que no resbale, además de colocar barandillas para agarrarse etc.

Usar zapatos que no resbalen y moverse con la ayuda de un andador o bastón también ayuda.

La caída puede ser un signo indirecto del inicio de una enfermedad en personas mayores y no es extraño una caída como primera manifestación de alguna enfermedad.

Cuidar la salud mediante el ejercicio y los exámenes periódicos tanto físicos como oculares puede ayudar a reducir el riesgo de caídas.

Para reducir las posibilidades de fracturas óseas en caso de caída, hace falta tomar suficiente calcio y vitamina D.

Las personas mayores muchas veces aceptan las caídas como parte inevitable del envejecimiento y por ello frecuentemente dejan de consultar al médico sobre este hecho, por lo que el médico de familia debería dar información a aquellas personas con riesgo de sufrir caídas para así poder evitar muchas de las consecuencias orgánicas y psicológicas que éstas acarrean.

Las mujeres suelen sufrir más caídas que los hombres hasta los 75 años, y a partir de esta edad la frecuencia es similar en ambos sexos.

La fractura es la consecuencia más seria de las caídas. La tasa de mortalidad entre los enfermos que han sufrido una fractura de cadera es del 10-20 % más alta que entre aquellas de igual sexo y edad que no la han sufrido.

La mayor parte de estos fallecimientos ocurren en los 4 meses siguientes, además es causa de incapacidad física posterior, ya que la mitad de los que sobreviven tras ella no recuperan nunca el nivel funcional que tenían antes, además de las secuelas síquicas que generan  miedo a caer otra vez.


1 comentario:

  1. Les felicito por el artículo. Me parece que, siguiendo lo que dice al principio, no se trata de dar mucha información técnica sino consejos e cosas útiles. Creo que ha sido escrito de una forma sencilla de manera que no sólo sirve para médicos sino también para personas mayores y sus cuidadores ya viven en sus casas o en residencias geriátricas. Saludos cordiales.

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